lunes, 13 de marzo de 2023

EL AÑO DESPUÉS DEL CONCURSO DE CANTE JONDO (FEBRERO)

El mes de febrero se abría como no podía ser de otro modo con la solemne función en honor a San Cecilio en la Abadía del Sacromonte, donde la Banda Municipal amenizó la soleada jornada. Entre tanto, se iban completando las diligencias sobre el caso de la venta de la reja que bordeaba el sepulcro de los Reyes Católicos en la Capilla Real, hecho sorprendente que había sido denunciado a finales del mes anterior. Afortunadamente, se había conseguido rescatar la verja que había adquirido un chamarilero y se encontraba a buen recaudo en la Escuela de Artes y Oficios de Granada.


Reportaje dedicado a las desafortunadas noticias sobre el patrimonio de la Capilla Real, aparecido en el nº 480 de LA ESFERA


En estos comienzos de febrero, El Defensor se hacía eco de la visita de un importante grupo de turistas americanos con el triunfal titular de “LOS TURISTAS VUELVEN”. En el fondo era una llamada de atención a las instituciones sobre la importancia de esta industria emergente y de las necesidades seculares que tenía nuestra ciudad:

Tenemos un inconveniente primordial: nuestra situación geográfica, que nos coloca en un extremo de la Península. Este inconveniente no supondría gran cosa si dispusiéramos de una perfecta red de comunicaciones ferroviarias. En las deficiencias de nuestros medios de comunicación, está el mayor enemigo.

(Es curioso, lo poco que ha variado esta situación)


Granada Gráfica, marzo 1923


Avanzaba el mes y vuelve a visitar la ciudad el Sr. Nachez, ministro de primera enseñanza, para la inauguración de la Escuela Maternal. Mientras, el Ayuntamiento pretende erigir una estatua en honor de Andrés Manjón, antes de su fallecimiento que se producirá tristemente en julio de este 1923. Lo curioso es la nota que el propio Padre Manjón publica al respecto:

Recibí ayer la Gaceta del Sur y con ella el chapetón de discursos estatuarios alrededor de una propuesta de usted para homenajear a A.M. elevándole una estatua, y después de dar a usted ya sus dignos compañeros expresivas gracias, me permito decirles que dejen eso para cuando yo muera (si antes no lo he echado a perder y no ha cambiado de opinión); pero hoy no conviene. Concretémonos a erigir un monumento al niño en forma de Escuela y dejemos a un lado los homenajes, que siempre tienen algo de personal y vano, peligroso para el que lo recibe y dañosos para lo que representa y lleva entre manos.


José María López Mezquita. El Padre Manjón en una procesión de escolares. Ayuntamiento de Granada


El 10 de febrero se inaugura el tranvía a Padul y el 12 cae el “Gordo” en Granada y en Loja, vendido en la administración de la Plaza del Carmen. Al mismo tiempo, en el Teatro Isabel la Católica de la Plaza de los Campos se estrenaba La Cenicienta, en su adaptación escénica del “insigne Benavente”, mientras se pergeñaba la gran procesión del Santo Entierro y seguía vivo el homenaje al Padre Manjón en los proyectos municipales. 

Por su parte, la ciudad disfrutaba con alegría de los carnavales y sus mascaradas, aunque reaparecían tristes noticias de los soldados granadinos en el frente de Marruecos, traídas por el sargento Vasallo que visitó la ciudad para encontrarse con la familia del sargento artillero Ortiz muerto por tifus durante su cautiverio en Axdir.

El 19 de febrero el Sr. Weyler, director de Bellas Artes, giraba una visita a Granada y muy especialmente a la Alhambra, revisando el estado de las obras de conservación, restauración y los trabajos arqueológicos que se habían llevado a cabo. Todo ello, acompañado por el arquitecto Sr. Cendoya, el arquitecto Fernando Wilhelmi y el administrador Sr. Torrente. Por la noche asistió a la reunión de la Comisión de Monumentos que, entre otras cosas, trató sobre la adquisición del Corral del Carbón por el Estado, dejó encargo de que la comisión pusiera una placa conmemorativa al “heroico ciudadano García, que cuando la Guerra de Independencia cortó la mecha con que los franceses pretendían volar las edificaciones de la Alhambra”. Por último, se propuso la donación por parte de la Compañía de Tranvías del estribo del arco que subsiste en el cauce del río Darro, lo que conocemos como puente del Cadí, que servía de apoyo a un edificio propiedad de dicha compañía. También se tomaron algunas decisiones sobre las casas del Chapiz, la Capilla Real y el Bañuelo. Pero el plato fuerte de esta reunión se sirvió al término de la misma, cuando el señor Weyler se quedaba a solas con el Gobernador Civil, Sr. Ribed, y le entregaba una carta fechada el día 9 de este mes de febrero, en la que se destituía a Modesto Cendoya como arquitecto de la Alhambra, para que fuera efectiva al día siguiente.

En esta misma noticia ya se huele la fuerte oposición que desde Granada tendrá dicha destitución que traerá cola los días siguientes, salpicando a la prensa nacional:

Como se trata de un asunto de trascendental importancia, y estimamos poco meditada y menos justificada la decisión del Gobierno, El Defensor de Granada se ocupará  de lo sucedido cual lo merece, pues no estamos dispuestos a que el preciado Monumento sirva de escabel a determinadas pasiones, ni sea entregado a quien no tenga condiciones para ello, ni sólo más miras que el interés particular.

¡Desgraciada la Alhambra, si cayera en manos mercenarias!


Granada Gráfica, marzo 1923

Efectivamente, el día 22 de febrero aparecían en El Defensor dos artículos. Uno era una conversación con el destituido Cendoya y el otro ostenta el titular “La Alhambra, la política y los chupópteros desvergonzados”. Además, como hemos dicho, la noticia llegó a Madrid y La Época, por ejemplo, también se hacía eco de la destitución en su edición del día 24 y realizaba un recorrido por los logros del arquitecto cesado.


Granada Gráfica, marzo 1923


La realidad es que la agitación debió ser generalizada y durante los días siguientes fue esta la comidilla de la ciudad, llegando a escribir José Mora Guarnido un artículo que acusaba directamente a Luis Seco de Lucena, director y fundador de El Defensor de Granada, como la mano negra que había conseguido el cese del arquitecto en Madrid. El trasfondo de toda esta cuestión habrá que buscarlo en la polémica conceptual entre conservadores y restauradores del monumento y que ha sido tratada en los Cuadernos de la Alhambra por el Dr. Álvarez Lopera, por lo que dejamos aquí un enlace para aquel que esté interesado en este affaire.

 https://revistaseug.ugr.es/index.php/caug/article/view/11121

La cuestión principal es que Cendoya había sido cesado el 9 de febrero, que no se había hecho efectivo hasta el 21 de ese mes y que la Alhambra se encontraba sin Arquitecto Conservador, pues la gestión se quedó repartida de forma interina entre el administrador, Sr. Torrente, y el arquitecto de la Diputación, Sr. Wilhelmi.

¿Quién será el designado finalmente para el cargo? ¿Será nombrado prontamente?


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